Calor, sol y rayos ultravioleta, posibles factores naturales para contener el coronavirus

La estructura molecular de este patógeno parece tener dificultades para expandirse en determinadas condiciones ambientales.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La estructura molecular de este patógeno parece tener dificultades para expandirse en determinadas condiciones ambientales

VÍDEO: TEMPERATURAS Y CORONAVIRUS

A las medidas de control y contención que están poniendo en marcha los gobiernos de todo el mundo para frenar la expansión del coronavirus COVID- 19, podría sumarse en pocas semanas una aliada inesperada: la primavera.

En concreto, las condiciones características de esta estación del año, como es el incremento de las temperaturas, el aumento de las horas de luz o los ambientes menos húmedos que en el invierno parece ser condiciones que dificultan la propagación de este patógeno que tiene en jaque al sistema sanitario mundial. Del mismo, en esta época del año, la gente se encuentra durante menos tiempo en espacios cerrados.

“Todo apunta a que este coronavirus va a tener una incidencia global y lo datos parecen indicar que va a ser un virus estacional”, explica a Eltiempo.es José Antonio López Guerrero, profesor titular de microbiología y director del grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Y añade: “Este tipo de virus por su estructura molecular, es más sensible a los cambios de temperatura, a la ultravioleta y a la radiación del sol, todas ellas condiciones propias de la primavera y el verano”, desgrana López.

¿Cuándo desaparecerá el coronavirus?

Además, hay que destacar que con la llegada del calor y la subida de las temperaturas, las personas pasan menos tiempo en espacios cerrados por lo que se reducen las probabilidades de contagio.

“Todo ello tendría que hacer que el virus fuera desapareciendo como han hecho otros virus de características similares antes que este, pero debemos ser prudentes”, advierte este experto ya que a día de hoy todavía hay muchas incógnitas ya que es la primera vez que la sociedad se enfrenta a este virus SARS-COV-2019 que produce la enfermedad COVID-19.

“El virus ahora está en su máxima expansión y hay que ver cómo evoluciona. No obstante, hay que pensar que una gripe en junio o julio es poco probable y algo parecido ocurrirá con este virus”, asegura López.

En esta línea, Rafael M. Ortí Lucas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública (SEMPSPH) detalla que es probable que la subida de las temperaturas limite la expansión del virus.

Reducción del contagio entre personas

“Como pasa con el virus de la gripe, los coronavirus son virus capsulados, lo que les hace más susceptibles a las condiciones ambientales. En consecuencia , con el calor es previsible que los virus excretados por las mucosas nasales u otras secreciones de una persona afectada se inactiven rápidamente y no lleguen a contagiar a otras personas con tanta facilidad”, apunta Ortí sobre el posible comportamiento del virus en la primavera.

Por ejemplo, se estima que a temperaturas inferiores a 8ºC exista una mayor supervivencia del virus, e incluso de varios días. “Por contra, temperaturas elevadas, exposición solar y desecación dificultarán su supervivencia en el ambiente, que no deberá pasar de unas pocas horas, y por tanto también el contagio entre personas”, detalla el presidente de la SEMPSPH.

No obstante, hay que tener en cuenta que los expertos no han realizado ninguna predicción sobre este novedoso virus por lo que las respuestas que facilitan se basan en el comportamiento de virus similares estudiados con anterioridad.