La llamarada solar más intensa de los últimos doce años

Hace una semana se registró la llamarada solar más intensa de los últimos doce años, y estas son las consecuencias.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Hace una semana se registró la llamarada solar más intensa de los últimos doce años, y estas son las consecuencias

VÍDEO: ¿QUÉ SON LAS TORMENTAS SOLARES?


El pasado 6 de septiembre, la comunidad astronómica puso su atención en nuestra estrella. Durante 48 horas, el Sol emitió tres potentes llamaradas. Aunque no suponen amenaza ninguna para nosotros, sí suponen un problema para nuestra tecnología.

Las llamaradas estelares pueden dañar seriamente tanto los satélites de navegación (GPS) como los de comunicación, dificultando nuestro acceso a la tecnología.

Además, esta es una de las llamaradas más potentes que hemos medido desde que comenzásemos a registrarlas en el año 1996. Tan solo siete han sido más intensas. Esta llamarada (y las otras dos que sucedieron en ese espacio de 48 horas) fue de clase X. Es el tipo de llamarada estelar más intensa que conocemos. Tuvo lugar a las 15:00 (horario peninsular) y alcanzó un nivel de energía de X9.3.

Es una de las llamaradas más potentes que hemos medido desde que comenzásemos a registrarlas en el año 1996

Seguramente, esa definición te suene un poco críptica. Pero, básicamente, quiere decir que el Sol emitió, en nuestra dirección una llamarada estelar con la fuerza de mil millones de bombas termonucleares. Expulsó su material a una velocidad de 2.000 km/s. Es un fenómeno que conocemos como eyección de masa coronal. Sus efectos, como he comentado, son inofensivos para los humanos. Sin embargo, afectan a los equipos electrónicos en la órbita baja de la Tierra.

Protección limitada ante las llamaradas solares

La magnetosfera de la Tierra protege al planeta de estos eventos. Sin embargo, eso no impide que, en ocasiones, los sistemas electrónicos en la superficie se puedan ver afectados. En cualquier caso, el evento fue observado por un amplío grupo de investigadores. Lo más interesante, es que la observación se realizó aquí, en territorio español.

El observatorio Roque de los Muchachos (del Instituto de Astrofísica de Canarias) tiene entre sus instrumentos el Swedish Solar Telescope, utilizado para analizar estas llamaradas.

Lo cierto es que esta llamarada solar no es solo interesante por su intensidad. También por ser la primera que los investigadores han podido observar desde el inicio. Es algo poco común y extremadamente complicado. Observar llamaradas solares desde la superficie es difícil porque suceden con mucha rapidez. Por ejemplo, una llamarada de clase X, como la que nos ocupa en esta noticia, puede formarse y ser expulsada en tan solo cinco minutos.

Desde la Tierra, solo vemos la 250ª parte de la superficie del Sol en cualquier momento. Hace falta una buena dosis de suerte para poder observar los momentos iniciales de emisión de una llamarada solar. Pero si ya es difícil observar una, lo que ha pasado en esta ocasión es todavía más atípico. En solo 48 horas, los astrónomos han podido observar tres llamaradas de clase X consecutivas. Algo sin precedentes.

Llamaradas solares en el mínimo solar

Hay otro factor que también llama la atención poderosamente. Esta llamarada es la más intensa en los últimos doce años. Pero, además, se ha producido (junto a las otras dos) en un momento de actividad solar reducida. El Sol, en estos momentos, se encuentra en lo que llamamos mínimo solar. Dicho de otra manera, está atravesando un período en el que emite llamaradas solares con una frecuencia muy baja.

Así que observar tres llamaradas de clase X es muy poco común. Sin embargo, todas las implicaciones son meramente científicas. Que el Sol emita estas llamaradas no está fuera de lo normal, ni es señal de nada catastrófico. Al contrario, no hay ningún motivo para la alarma. En su lugar, lo que nos ofrece es la oportunidad de comprender mejor cómo funciona nuestra estrella. De esa manera, los astrónomos podrán predecir en el futuro cuándo podemos esperar que se produzcan.

Que el Sol emita estas llamaradas no está fuera de lo normal, ni es señal de nada catastrófico

Comprender la actividad solar es muy importante. Poco a poco, nuestra sociedad tiene una mayor relación con el espacio exterior, a través de nuestra tecnología. Dependemos de los GPS y los satélites de comunicación en nuestro día a día. Así que minimizar las posibles amenazas a las que se puedan ver expuestos es crucial para que nuestra rutina no se vea afectada.

Una industria creciente

Predecir cuándo y cómo sucederán las llamaradas solares es muy importante. Cada vez tenemos más equipo electrónico en el espacio, y es necesario desarrollar un sistema de alerta temprano y medidas preventivas de protección. La industria necesita proteger sus satélites, y misiones orbitales, de las interrupciones que provocan estas potentes emisiones electromagnéticas. Además, la presencia humana en la órbita baja de la Tierra va a crecer en las próximas décadas.

El turismo espacial está llamado a convertirse en un atractivo mercado del futuro. Junto a otras actividades, como los posibles hoteles espaciales, podrían tener un valor de miles de millones de euros en tan solo unos años. Así que habrá más satélites pequeños en órbita. También tendremos aviones espaciales y alojamientos comerciales. E incluso estaciones espaciales comerciales en órbita. Todos ellos, recursos que necesitan ser protegidos de las llamaradas solares.

De otro modo, podríamos exponernos a que naves tripuladas y estaciones habitadas puedan quedar inoperativas por la actividad solar. Comprender cómo funciona nuestra estrella, y predecir cuándo puede avecinarse una tormenta solar como la que hemos vivido estos días, será vital para poder permitir que nuestra especie siga avanzando, poco a poco, en ese camino que nos llevará a viajar más allá de las fronteras de nuestro planeta.